jueves, 29 de enero de 2009

BANDÁ de Gansos


Si buscamos la definición de grupo, nos encontraremos algunas como esta: “es un conjunto de dos o más individuos que se relacionan y son interdependientes y que se reunieron para conseguir objetivos específicos”. Sin embargo, desde mi punto de vista, nada más lejos de la realidad, es claro que cuando varias personas se juntan con un objetivo común, forman un “conjunto” pero no creo que sean un grupo, esto sería como decir, tengo una programación porque hago muchas actividades.

Un grupo, es mucho más que una simple reunión de personas que trabajan, hacen o diseñan juntos. Para que un grupo sea tal, es necesario que confluyan muchos aspectos, tanto desde el punto de vista profesional como personal, y por supuesto, no es algo que nace de manera espontánea o por el simple echo de haberlos juntado en un momento determinado y en un espacio concreto. Existen en la naturaleza y en el mundo animal, multitud de ejemplos que pueden definirlo, quizás el más famoso sea el de los gansos:

La ciencia ha descubierto que los gansos vuelan formando una V porque cada pájaro bate sus alas produciendo un movimiento en el aire que ayuda al ganso que va detrás de él. Volando en V la bandada completa aumenta por lo menos un 71% más su poder de vuelo, a diferencia de que si cada pájaro volara solo.
Cada vez que el ganso se sale de la formación, siente la resistencia del aire y se da cuenta de la dificultad de volar solo. Por lo anterior, de inmediato se incorpora a la fila para beneficiarse del poder del compañero que va delante.
Cuando el ganso que va en cabeza se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso o gansa toma su lugar.
Los gansos que van detrás producen un sonido propio de ellos para estimular a los que van delante para mantener la velocidad.
Cuando una gansa o ganso enferma o queda herida, dos de sus compañeras se salen de la formación y la siguen para ayudarla o protegerla. Se quedan con ella hasta que esté nuevamente en condiciones de volar o hasta que muera. Sólo entonces las dos compañeras vuelven a la banda o se unen a otro grupo.
Parece que cuando compartimos una dirección común y tenemos sentido de comunidad, podemos llegar a donde deseamos más fácilmente y más rápido. Este es el beneficio del mutuo apoyo.

Este cuento, muy utilizado en la construcción de grupos con excelentes resultados, nos hace reflexionar sobre la definición que anteriormente habíamos leído. En él, destacan una serie de conceptos que tal vez nos ayuden a encontrar una definición más correcta:

. Un grupo debe:

- Marcar un camino de forma compartida y consensuada.
- Definir un método de trabajo, que sea beneficioso para todos.
- Favorecer la retroalimentación entre todos sus componentes.
- Asumir el sacrificio personal en beneficio de otros miembros.
- Apoyar y animar el desarrollo las iniciativas aportadas.
- Generar dinámicas que permitan compartir el liderazgo.
- Con conciencia de pertenencia a una estructura determinada.

Podríamos seguir, aunque quizás no sea necesario, puesto que tan sólo con estos puntos podemos ver claramente, que un grupo es mucho más que un conjunto de personas.

La construcción de un grupo, no es tarea fácil y por supuesto, tratándose de un trabajo con personas, nada puede ser tomado como dogma, sino que necesitaremos una vez más, permanecer en un estado de adaptación permanente y de alerta.

Durante el encuentro y en el desarrollo del propio grupo, es importante que se tengan en cuenta los siguientes puntos:

1. Crear ambiente agradable: Debemos contar con un espacio adecuado al número de integrantes y a la forma de trabajo de los mismos. Como por ejemplo: disponer las mesas y sillas en círculo de forma que puedan estar de cara.
2. Generar cordialidad: Debemos lograr buenas relaciones interpersonales, reducir las tensiones.
3. Participación activa: Propiciar que todos desarrollen sus aptitudes y habilidades para facilitar el proceso grupal y el logro del objetivo.
4. Objetivo realizable: El objetivo debe ser elegido de común acuerdo entre todos los integrantes. Debemos evitar la frustración de los miembros por el fracaso ante objetivos inadecuados.
5. Flexibilidad: El grupo debe adaptarse a los cambio tanto de las circunstancias externas como internas.
6. Consenso: Bajo parámetros democráticos y contando con la participación de todos, el grupo en debate abierto, debe alcanzar el consenso necesario para la toma de decisiones.
7. En la relación fluida y la comunicación, debemos conseguir que el grupo sea consciente de los distintos momentos en los que se encuentra, así como lo logros y dificultades que cada uno de sus miembros están encontrando en las tareas encomendadas.
8. Evaluación: El diseño de un método de evaluación que permita el conocimiento de todos los aspectos que directa o indirectamente están influyendo en el desarrollo de las estrategias diseñadas, con datos cuantificables y tangibles, permitirá la evolución de los proyectos desarrollados, su adaptación y mejora.

En el mejor de los casos, si las personas que integran el grupo, lo hacen con la motivación y voluntad suficiente, y conseguimos trabajar de forma rigurosa los aspectos anteriormente esbozados, nos encontraremos ante una realidad, que se mostrará con personalidad propia, con formas específicas, con métodos y modelos de trabajo concretos y con sistemas de relación y comunicación personalizados. No tardaremos en ser concientes de que nos encontramos ante un “Ente vivo”, distinto a cualquiera de las individuales que lo forman. Un Ente que siente, se resiente, se motiva, actúa, que pasa momentos de desmotivación y de euforia. Si somos capaces de reconocer este momento, nos encontraremos ante una de las fuentes más importantes de aprendizaje con la que cualquier mediador puede contar.

En la amalgama variopinta que definen las entrañas de un grupo, se entrelazan de forma sólida las opiniones, visiones y propuestas que configuran una decisión. Aunque no por ello debemos perdernos en el marco poético y pensar que todo está conseguido, nada más lejos de la realidad, la sucesión de momentos cargados de circunstancias dispares, nos impedirán tener un marco exacto adecuado para cualquier situación, siendo necesario la utilización permanente de recursos que no siempre ofrecen los mejores resultados.

A lo largo de una vida de un grupo, se suceden muchos momentos, desde la disposición total al inicio, donde la implicación de los participantes es total, hasta el abandono por parte de algunos implicados, o la comparación de quien hace más o menos, en el peor de los casos. Sin embargo y fuera como fuesen las circunstancias que los envuelven, está claro que siempre será necesario, contar con elementos motivadores, innovadores y de protagonismo grupal, que nos permitan mantener un buen nivel de satisfacción y predisposición para afrontar todas las situaciones que pudieran producirse, manteniendo activos estos parámetros, a buen seguro, alcanzaremos la fase final, en la que el grupo no es ya la suma de individuos sino la pluralidad unida de tal forma que integra una estructura o bloque. Desaparecen los miembros marginales y las jerarquías. Todos los miembros son participantes y tienen capacidad para analizar el proceso y mantener la estabilidad.

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